sábado, 10 de noviembre de 2012

The List

Aquí, mi corta pero eficaz lista de todas las cosas en las que somos diferentes,  y por las cuales estoy alegre y orgullosa de no parecerme a vos.  Y por las cuales ser yo no está tan mal, y no me desagrada tanto.

  • ¡AMO la música! Soy sensible y me identifico con notas musicales. Sé mucho de música pero no por snob, no por alguien que ha estudiado y conoce de musicología; sé de música de la forma más humilde posible. Para mí, la música es como una amiga que redescubro todos los días, y todos los días me emociono cuando descubro una canción nueva. Me encanta, la amo. Cada vez que pongo play siento ese excitement cual nene que agarró la sortija en la calesita. A ella no. No sabe ver lo hermoso de algo que no se puede palpar.
  • Y hablando de excitement, yo me emociono. Siento una alegría desbordada, hasta la cosa más simple e insignificante me causa emoción, y las cosas enormes me causan vuelcos de alegría. Desde algo tan banal como una papa frita. Ella no se emociona con casi nada.
  • Yo siento las emociones de los otros-- me pongo muy triste cuando alguien al lado mío sufre, e irradio felicidad cuando la persona a mi lado está feliz. Me pongo feliz cuando alguien está feliz. Yo sonrío de oreja a oreja cuando el otro está en un buen momento. Ella no se pone en la piel de nadie.
  • Y hablando de sentir las emociones de otros, la gente suele acercarse a mí cuando necesita de alguien. No me refiero a amigos, cuando digo todos me refiero a todos. La gente me intercepta en medios de transporte como colectivos, combis o trenes, y empiezan a contarme sus problemas quizá en búsqueda de oído o quizá en búsqueda de una solución. Una mujer me habla sobre su hijo que se fue de su casa por peleas y me pide que la ayude y que hable con él, otra mujer me habla sobre que está separada y que su hijo se lleva todas las materias en el secundario y no sabe qué hacer como madre soltera, otro me habla de sus ataques de pánico y los problemas de ansiedad que lo aquejan, otro sobre una enfermedad congénita que padece y me invita al teatro, la primera vez que vi al padre de mi novio quiso contarme muchas de sus dudas e incertidumbres así como sus tantas victorias. A ella no la busca la gente. Ella es sólo otra más del pajar. 
  • Si bien no soy el ejemplo estrella de la autoestima, yo no necesito hacerme cirugía estética, teñirme el pelo, tatuarme los ojos. Yo estoy bien con una remera y un jean, no creo que mi aspecto físico sea lo más importante, sino la sonrisa que puedo poner cuando algo me emociona o me parece bello. Y eso es suficiente.
  • A parte de los títulos y los trabajos, me emocionan muchas otras cosas. Cosas gratis y pequeñas para las cuales sólo necesito lápiz y papel: me gusta escribir. Me gusta sacarme una radiografía del alma y exponerla a quien quiera verla. Me gusta abrir mi corazón, y me encanta hacerlo mediante la literatura. Yo hago algo que ella no hace: yo creo. Pero no creo de creer, sino creo de crear. A mí me gusta CREAR. Tomar algo de la nada, algo que flota en el eter, y materializarlo. Crear una pieza única e irrepetible. 
  • Yo confío en la gente por más que me hayan lastimado un centenar de veces. No importan las traiciones, las ofensas, las humillaciones, los malos tragos. Al final, yo siempre veo la luz en la persona.
  • A mí me gusta leer. No soy entendida, no soy una snob de la literatura. ¡Nunca en mi vida leí a Mario Vargas Llosa y me aburre Gabriel García Márquez! Detesté Cien Años de Soledad. Pero me gusta leer tanto como me gusta la música: me emociona! ¡Me pone feliz!  Amo ver lo que otros pudieron crear.
  • No está en mis objetivos hacer daño casi nunca. Tengo mis deslices y a veces hiero, pero sólo cuando la circunstancia me rebalsa y saca lo peor de mí. No aprovecho cada huequito para meter un comentario hiriente, ni saco ventaja de cualquier situación que dé el mínimo espacio a denigrar al otro. No doy vuelta ni retuerzo el tema para mágicamente criticar la personalidad, las hazañas, las proezas o los fracasos del otro. Ella sí. Las aprovecha todas.
  • Yo no tengo un título universitario, y no puedo conseguir trabajo, y no soy tenaz. No puedo plantarme cuando alguien viene a amedrentarme, no puedo pararme en dos patitas y decir ACÁ ESTOY YO Y NADIE PUEDE OCUPAR EL LUGAR QUE YO ESTOY OCUPANDO, NI SENTARSE DONDE YO ESTOY SENTADA, NI PONERSE DONDE YO ESTOY PUESTA. No soy así. Intento serlo, cada día intento poder mirar a los ojos de mi interlocutor con garra. Pero lo intento. Trato. Intento. Intento y todos los días vuelvo a intentar. 

Y algún día habrá fuego en mi mirada, junto con mi sonrisa. Y no sólo que ser yo no me parecerá tan mala idea, sino que, además, ser yo me parecerá fogosamente ESPECTACULAR.

lunes, 17 de septiembre de 2012

I'm going back to the start

Me rasqué la cabeza, con el último hálito de defensas dejé que entraran todas las certezas que intenté (hasta ahora y extremadamente en vano) mantener lejos de mi mente.  Ya resultaba gracioso e inútil negarlo. Como una verdad que todos saben pero no verbalizan, sólo la dejan reposar implícitamente en las consciencias de todos.
Me pongo las pantuflas, camino hasta la pieza de mis papás, golpeo la puerta. Mi mamá está acostada mirando quién sabe qué.

- Má, voy a volver a Medicina. - le digo.
- Ya lo sabía, hija... Ya lo sabía.


¡Heme aquí!

miércoles, 4 de julio de 2012

Preguntas


El calendario amenaza,
vomita y ríe,
mi caballo relincha temeroso.
Y mientras los granos de arena caen,
mis ojos se descosen.

Cuando el día se acerca,
entre reverencias y cuchillos,
me bato a duelo con mi consciencia.


¿Qué armas tiene ésta que yo no puedo vencer?

Mientras se cuenta el tiempo,
el almanaque nunca duda,
avanza sobre mi cadáver, aún vivo,
y paso a paso lo pudre cada vez más.

Pero no es mía la responsabilidad,
la culpa que arremete sin avisar,
porque así de irrespetuosa ella es.
La culpa es toda altanera y soberbia.

Es de otros por no enseñarme,
es de otros por apagarme,
es del calendario por siempre silenciosamente advertirme
y nunca mandarme un telegrama
que me deje tiritando boquiabierta,
así como alguien que ha abierto los ojos por primera vez.

Quiero decir, no es mía la culpa.
Y mientras los días desfilan
en esta pasarela de apuestas,
mi consciencia y yo luchamos por ver quién emergerá.
Y es que tanto la he traicionado...

Pero no es culpa mía
que los días pasen como agua.
Que se diluyan los placeres
y los corajes se aparten.

Es de los demás.
Siempre es de los demás.

Pero el arma de mi consciencia,
en esta batalla cíclica y perpetua contra mí,
es sólo una pregunta:

Cuando mis días se hayan terminado,
cuando el caballo ya no relinche,
cuando entienda que malgasté mis horas,
cuando me halle libre de consciencia
-y libre de vida-
y mi andar haya sido en vano,
 Por esto, ¿a quién he de culpar?

jueves, 26 de abril de 2012

Thicker than water

Existe alguien que no importa cuánto llegue a odiar, siempre voy a amar.
Alguien que no importa cuántos desencuentros e insultos hayan fluído, siempre acudirá al primer llamado de auxilio. Y su auxilio viene fresco, nos vemos cara a cara sin pretenciones de "te ayudo en esta, porque así me debés una, y grande". La ayuda, el bote salva vidas viene implacable, contra viento y marea, imparable y sobre todo firme. Y cuando me subo a ese bote, nos vemos cara a cara con sonrisas. Estamos las dos subidas a ese bote, y nos acompañámos libremente con una musiquita de fondo.
El bote va hacia la costa, atravesando los huracanes y nubarrones que siempre me afectan a mí, pero parecen no poder volcar nuestra embarcación a pesar de que el agua intente y nos jure batalla.
Mientras tanto navegamos. Y reímos, lo que nos provoca cosquillas al alma. El viaje hacia la orilla transcurre, las olas nos mecen, y con cada una nos preguntamos algo y nos respondemos. Así es como nuestra conversación se vuelve libre, dándonos la idea de que a pesar de que nuestro pequeño barco de madera va a llegar a tierra firme, tenemos un viaje eterno para conocernos mientras nos damos una mano.
Somos viajeras.
Viajando desde las tempestades hasta la calma, con gracia y sin ninguna razón por la cual no deberíamos bajar la guardia.
Viajamos, reímos, sanamos, nos queremos, llegamos.


Existe alguien que no importa cuánto llegue a odiar, siempre voy a amar. Siempre va a venir a buscarme con su bote salva vidas.
Existe alguien que puede subirse siempre a mi bote salva vidas.
De hecho, existe alguien que de tanto amarla, nunca voy a odiar realmente.

Y ese alguien se llama Eliana.
Y es mi hermana.

miércoles, 25 de abril de 2012

Mambeado


"¡Qué lindo que es estar en la tierra después de haber vivido el infierno!"
Onda Vaga

Dulce frase. De las más esperanzadoras que leí.
Los terapeutas pierden la partida contra estos tipos que hacen una música que no sobrevivirá más de 20 años, como todo el under argentino que no consagrado se destina a pudrirse en los archivos del estudio de grabación indie donde por unas monedas se originó.
Pero que tienen frases que no deberían ser para el olvido, las tienen. Como esta.




Porque si este señor canta sobre haber sufrido y sobrevivido al infierno, si cual ex-combatiente muestra orgulloso sus cicatrices, feliz de que todo el horror que las produjo ya haya terminado, entonces yo también puedo.








Estamos empezando a pensar que quizá, en una de esas, todo sí puede estar bien.
Bueno, suficiente de bandas emergentes argentinas, ahora escuchemos The Kooks.

martes, 24 de abril de 2012

Da rienda suelta a tus sentimientos

EL RE CONCHUDO DE MI EX NOVIO SE PUSO EN FACEBOOK QUE UNO DE SUS LIBROS FAVORITOS ES A CLOCKWORK ORANGE.






¡¡EN SU PUTA Y TRISTE VIDA ÉL LEYÓ A ANTHONY BURGESS!!






FURIARABIA, IRA, ENOJO.
ESO ES MÍO! MÍO!!!!

lunes, 23 de abril de 2012

Surrender

Extiendo un brazo, pero no hacia adelante, si no hacia el lado. Extiendo el otro, tratando de abarcar más espacio, delimitando lo que serán los laterales de la muerte. Separo un poco las piernas, ambas piernas, que ya no corren más.
Cierro los ojos. Siento al mundo. Me marean las alturas, usureras que te hacen un préstamo de la sensación de volar, pero sin darte la emoción.
Me falta la emoción.
Respiro hondo. Mi última declaración de libertad, el último acto que me pertenece, puras acciones de mi aparato respiratorio que yo ordeno hacer. Mi último gesto autónomo, mi última constatación de que mis piernas sirven para sostenerme, y no sólo para estar adjuntadas a mi cuerpo.
Me pongo de espaldas al abismo.
Y salto hacia atrás.
No es morir. Es incluso peor.
Porque ahí estás, abajo, esperándome con esa sonrisa siniestra, malévola, con colmillos extra-crecidos, y esos ojos famélicos de mí, de todo lo bueno que habita en mi alma. No cambiaste nada, seguís teniendo los mismos planes maestros, seguís queriendo dar tu golpe de gracia directo hacia mi pecho.
Seguís siendo igual.
Con tu porte duro, brazos que no sirven para abrazar, brazos que sirven para simular que me abrazan mientras usan su fuerza para vaciarme de aire. Ese aire que respiré por última vez, antes de caer.
La misma lengua de fuego, las mismas manos tan largas, que sólo saben mentir.
Sonreís al verme caer hacia vos, que estás ahogado, hundido, escondido en unas aguas gélidas. Sos ese monstruo que habita en el fondo de los lagos grises de mis miedos. Y yo ya no tengo demasiado miedo.
I surrender.
Me rindo a vos, a pesar de todo el daño que causaste.
Quizá sólo así pueda vencerte.

martes, 17 de abril de 2012

Love

Escribí este poema hace ya 2 años. Corrió tantísima agua bajo mi puente, de hecho, este puente ya no es el mismo. Son otras mis circunstancias.
Pero que es muy lindo, lo es.



Y COMO SI NO ALCANZARA

Y como si no alcanzara un instinto,
propagar mis piernas por tu cuerpo.
Y como si no alcanzara un después de las 12,
también me diste un feliz 10 de la mañana.
Y esta boca,
braceando para llegar a tu boca.
Y estos ojos,
renovados, abrumados,
que caminan al viernes de los tuyos.

Y como si no alcanzara que estés,
supe que te ibas a quedar.
Que eras más que relojes,
más que manecillas girando en tic-tac.

Porque sobre el mantel
están corriendo mis sonrisas,
y llevan en ellas
tu filosofía.

Porque rompo cristales a adoquines,
sumo experiencia sobre experiencia a tropezones.
Y como si no alcanzara
combustionar fuego con mi oxígeno
y florecer...
con vos vuelvo a nacer.

MSN a las 2 de la mañana. O también "peor es ser Amy Winehouse"

Maru YEEHAW says:
* pero anita... por qué esa necesidad de irse al carajo?
* por qué no balancear?
* entiendo que ciertas circunstancias de tu vida no estén balanceadas, pero ostia, coño, no tenés por qué traducirlas en voz
* en vos*
* qué hija de puta soy

Pepero Floyd says:
* mucho quilombo
* no

Maru YEEHAW says:
* jaja no! au contraire.

Pepero Floyd says:
* está bien
* jajaj

Maru YEEHAW says:
¨* qué está bien?

Pepero Floyd says:
* no sos una hija de puta
* me encantan nuestras charlas sinceras
* jajaja

Maru YEEHAW says:
* siii hija de puta porque escribí "voz" en vez de "vos"! estamos locos
* pero bien, decíamos...
 
Pepero Floyd says:
* jaja

Maru YEEHAW says:
* que el balance es una paja y es un discurso re trillado, viste?
* siempre que una anda medio loquita le dicen "CHE! pero vos tenés que equilibrar, no irte a extremos"
pero cuando digo balance tmb me refiero a hacer un balance... a pensar, a hacer una lista mental de cosas que van bien y que van mal, y así pensar, PENSAR, y de a poquito, duchas mediante, vas sacando qué hacer
* imaginás, pensás
* y eso lleva a tener un balance. un balance lleva a un balance. buen juego de palabras D:
* mi pediatra siempre que andaba medio loquita me decía eso, básicamente. lo resumía con un "PENSÁ"
* así, me agarraba, me daba un abrazo y me decía "PENSÁ"
* y además, acordate que siempre se puede estar peor... peor es ser Amy Winehouse

martes, 10 de abril de 2012

Todo aquello que me la seca (to be continued)

  • La gente que va caminando bajo la lluvia, no importa si ligera o torrencial, usando piloto. 
  • El snobismo de hoy en día que se basa en un culto a Monty Python y al arte.
  • La ensalada de frutas con manzana. No, definitvamente la ensalada de frutas debe consistir sólo de alimentos blandos, nada de unidades arenosas.
  • Los que piensan que The Beatles es una banda sobrevalorada. 
  • Las pocas ganas de coger que me agarran de repente.
  • No encontrar un trabajo que me venga bien.
  • No encontrar poronga que me venga bien, indeed.
  • Olvidarme el iPod prendido en la mochila/cartera todo el día, y cuando lo voy a usar ver que ya no le queda batería.
  • La gente empecinada y convencida de que existe dios usando como argumento la fe.
  • La gente empecinada en creer en dios, la virgen y jesús que cuando usa el argumento de la fe siente que me está cerrando el orto. Mi orto en realidad está siendo cerrado, pero porque está justito en tu boca, puto.
  • No poder putear tanto como me gustaría-- podría ser aún peor.
  • Que la gente no entienda mi afán por combinar colores de formas extrañas.
  • La hipocresía hecha pasar por diplomacia
  • Odio la inflación 
  • Los viejos que critican internet cual zorra que, tras no poder alcanzar unas uvas que estaban en lo más alto, se dijo "no importa, total están verdes".
  • El feminismo berreta de mujeres descerebradas. Para vos no hay derechos, forra!

Y ya me cansé de quejarme.
*Suspiro, respiro, cuento hasta 3*
Puedo seguir con mi vida. 

domingo, 8 de abril de 2012

Cliché

Acababa de volver del primer mundo, de uno de esos viajes que lo hacen a uno odiar su residencia por no ser como el lugar en donde pasaste 3 semanas descubriendo.
Las paredes pintadas, los modales de camionero, la política tramposa, los transeúntes sospechosos (sujeten sus celulares, señoras y señores), la música apestosa que atesta las radios. En fin, Argentina.

Odiando todo y un poquito más, me fui a tomar el bondi.
¿Por qué será que las reflexiones siempre me agarran en el bondi? No, nunca en el cine, en el teatro, en el boliche, en una librería, disquería, no, tiene que ser en un medio de transporte público.

Pero estaba esperandolo, con unos auriculares aislantes para enfocarme en notas y no en las charlas que se sucedían en un plano paralelo al mío. Llega una pareja. Una de tantas, chico y chica compartiendo un poquito de compañía (y amor).


Normal a primera vista.


Especial a segunda.


Cuando miré un poquito mejor, me di cuenta de que había algo distinto en sus facciones, en sus ojos, en la forma torcida de sus labios. En ambos. Tenían los mismos rasgos, las mismas marcas de una condición que probablemente les ganó la soledad en casi todas sus vidas: tenían, literalmente, un retraso mental.
El chico, que se tropezó y casi cae dándose la nariz contra el pavimento, recuperó el equilibrio al mismo tiempo que su chica se reía. No lo encontró avergonzante, no sintió ese pavor al qué dirán al ver que su pareja se había caído de forma aparatosa, no se preocupó por guardar la normalidad frente a los ojos de las personas que atestiguaban. Ni siquiera lo encontró como una tragedia de su dificultad motora. Simplemente lo vio simpático, una de esas hermosuras que la vida te presenta para sacarte a pasear un rato de las tinieblas y pequeños dramas que uno se genera. Lo vio un motivo para reír.
Con un movimiento torpe, ella apoyó su mano en el hombro de su novio. Hombro equivocado, el que ella estaba buscando era el que estaba más lejos, separado por una cabeza y espalda. Así que retiró su mano, y la posó sobre el otro, cubriendo así la espalda del chico con su brazo. Abrazandolo. Le tomó un intento fallido, pero lo abrazó al final.
"Me gustan las camionetas, me hacen acordar a..." Y no entendí qué dijo, una bocina hizo de cortina auditiva. Y rieron.
Ellos, con un retraso mental evidente en sus rostros, siendo más que felices en una ciudad tan oscura. Tan no de mi agrado.


Y acá viene la parte del cliché, del que un retrasado mental puede ser más feliz, y por ende más inteligente, que alguien con un IQ promedio.

Pero no es ese cliché  al que quiero acudir.
Si no, uno más importante. No existen los fines, no existen los medios, los panoramas, los background, la música de fondo, las ventajas, las desventajas, lo conveniente, lo inconveniente. Sólo existe el amor.
Todo lo demás, se verá.

domingo, 1 de abril de 2012

Hola, soy una sin sentido

Las vidas que yo deseo, las vidas que veo desde una tercera persona y que anhelo poseer.
Las universitarias independientes, autónomas, que a su ritmo estudian y laburan para llegar a su casa y comer unos pattys con puré cheff porque no tienen demasiado tiempo para cocinar.
Los novios, los trabajos, los talentos, los litros de alcohol y kilos de marihuana consumidos en antros, los artistas escuchados, los sectores de Buenos Aires que ellas recorrieron y conocen, los viajes, el pelo corto, el pelo azul, el mi vida es mía y de nadie más, joder.


Al mismo tiempo que pienso que esto es demasiado estúpido, no puedo estar escribiendo esto.
No tengo sentido.

lunes, 20 de febrero de 2012

Libros

  Entre estas páginas, me siento bien. Parpadeando lo menos posible, para no perder segundos de leer esas letras formando palabras, formando párrafos, formando capítulos, formando una historia.

  Entre esta tapa y contratapa, me siento en paz.

  Me siento en paz porque no me siento yo. Soy otra. Soy un vampiro, una damisela en peligro, un robot, un fanático de la ultraviolencia, una bruja, una rebelde contra el sistema, una psicoanalista. No soy yo, y este escape me salva de mí misma.  Me salva porque dejo de ser yo, me saca de mí.

  Déjenme así.

martes, 14 de febrero de 2012

Hipster system failure

  Y ahí estaba, el pretencioso chico de no más de veintiun años esperando el colectivo. Con sus jeans largos a pesar de ser unos días más calurosos del año, escuchando música de los tan reconicbles auriculares blancos de Apple, unos anteojos con marco negro grueso y el corte de pelo un tanto desprolijo. Sólo le faltaba la cámara reflex colgando cómodamente de su cuello.
  Entonces lo vi. El hipster pretencioso llevaba una remera negra, con las siguientes palabras blancas escritas en una letra Arial: "EL SISTEMA FALLA".
  Procederé a ilustrar sin entrar en detalles escabrosos lo que ocurría en mi fuero interno:




















PARÁ. NO TE SUBAS AL BONDI Y DAME UNAS CUANTAS EXPLICACIONES. RESPONDÉ UN PAR DE PREGUNTAS.
LA PRIMERA Y LA MÁS IMPORTANTE: ¡¿QUIÉN TE CREÉS QUE SOS?!
LAS SIGUIENTES PREGUNTAS: ¿QUÉ CARAJO SABÉS VOS DEL SISTEMA? ¿CUÁNDO TE VISTE AFECTADO POR ÉSTE? ¿QUÉ COSAS HACÉS PARA EVITAR QUE FALLE? ¿QUÉ CALAÑAS AFECTAN AL INCONSCIENTE COLECTIVO? ¿TENÉS ALGUNA PUTA IDEA ORIGINAL O AHORA LA MODA DE LOS HIPSTERS ES VER MATRIX Y CREERSE INTELECTUAL? ¿CUÁNTOS LIBROS LEÍSTE REALMENTE PARA SABER CUÁN FUCKED UP ESTÁ EL SISTEMA? ¿TE LO DIJO EL PROFESOR DE TU CURSO DE FOTOGRAFÍA? ¿LO ESCUCHASTE EN LAS CANCIONES DE INDIE? ¿TAN SI QUIERA SABÉS LO QUE ES EL SISTEMA? ¿POR QUÉ FALLA? 
CREÉS QUE TU REMERA ES MUY COOL. MUY ANTI-SISTEMA.
FARSANTE, BALBUCEANDO UNA CANCIÓN, DICIENDO QUE AMÁS SU ARTE CUANDO APENAS ENTENDÉS LO QUE DICE LA LETRA.
RIDÍCULO,  HIJO DE TODA PLASTICIDAD SISTEMÁTICA QUE CONTAMINA EL MUNDO QUE NI SIQUIERA COMPRENDÉS.
SALÍ, ALEJATE DE MI VISTA. ESTO ES DEMASIADO PARA MÍ.















Lo que ocurrió:
"Che, ahí viene tu bondi." Y en una voz casi imperceptible, sólo audible para quien esté prestando atención, mascullé: "Puto."

domingo, 5 de febrero de 2012

El reemplazo (un cuentito)


Mi vida no terminó con vos.  Sé que esto puede sonar como que soy un insensible, como que nunca me importaste, y nuestra relación se basaba solamente en conveniencias. Y si bien es cierto, no quiero que se me juzgue como criminal por hacer esto: vos me necesitabas tanto como yo necesitaba de vos.
Nuestra relación era problemática. Me maldecías por asuntos que no me incumbían, y yo siempre sentí que no me cuidabas. Es la generación del siglo XXI que te hizo descuidarme. ¡Cuántas veces preferiste pasar tardes sentada emborrachándote con tus amigas, antes que dedicarte a mí! Sin embargo, yo siempre te fui fiel.
Mi intención no es reprocharte. Al fin y al cabo, de nada sirve; ya tus ojos no ven, tus oídos no oyen,  tu cerebro ya no procesa, tu cuerpo ya no vive. Mi fin, más que hacer planteos inútiles, es el de exponer mis razones por las que hice lo que hice. Cualquiera diría que violé tu memoria, que soy un cobarde por abandonarte simplemente porque ya no respirás. Que toda nuestra vida juntos fue una farsa, un simulacro para emular una normalidad y felicidad de la cual yo carecía. Tan pronto como se sepa la noticia de que ya estoy con otra, las personas (que son  muy buenas haciendo las de jueces), sentenciarán una condena inapelable sin piedad, sin perdones ni indulgencias.
No es que las necesite. Yo estoy más allá de todas las críticas que ellos puedan hacer sobre lo que tuvimos. En este momento, nadie más que yo sabe lo especial que teníamos. Sólo yo conozco cómo saltaba de la alegría cuando vos estabas alegre. Sólo yo conozco cómo tus emociones eran también las mías. Mi ritmo siempre iba al son de tus sentimientos.
Bien sabés que tuvimos nuestros traspiés. Teníamos una relación enfermizamente simbiótica, que empezó desde el día en que naciste. Desde que tenías apenas horas de vida, yo te acompañé. Permanecí a tu lado en cada momento clave de tu corta vida, así como en cada momento prescindible que transcurrió sin pena ni gloria. Nos necesitábamos, no podíamos dejarnos. Aun así, jamás pensé que lo nuestro era tan inestable, que podía acabarse con un chispazo de la mala suerte. Pero las cosas resultaron así.
Algunos me llamarán maquiavélico, porque al poco tiempo de yacer muerta, ya te estoy dejando. Como si la excusa que necesitaba para librarme de esa relación simbiótica que tuvimos fuera la muerte. Y, como si no fuera suficiente, te reemplazo. Hago un trueque con la muerte, te cambio, pongo en tu lugar a una persona que yo ni siquiera conozco.
Estoy seguro de que entenderás que yo nunca te fallé.  Fue un auto el que te falló. Pero yo estoy bien, debo seguir. Con otra, pero seguir.  Yo tengo mucho más para dar, y espero que los jueces que lean esto sepan entender.
Lo entenderán, mientras en este momento, veo a un señor de bata blanca y boca cubierta. Con la agilidad y destreza que sólo se obtienen luego de años de llevar a cabo el mismo procedimiento, él hace una rápida incisión en tu cuerpo sin vida. Y sin más preámbulos, se dispone a extraerme de tu pecho, donde yo me alojaba dentro de tu caja torácica. Para bombear la sangre de alguien más. Para marcar el ritmo de las emociones de alguien más. Para latir en el pecho de alguien más.
Mi vida no terminó con vos.

domingo, 29 de enero de 2012

Un bis a la entrada de hoy

Empecé teatro!
No, teatro a secas no. Teatro en inglés.
Shakespeare ya puede ir revolcándose en su tumba, que yo voy a representar a Lady Macbeth. Y le va a caber.

An uncool fact about a past mistake

Your dick was not bad. True, it made my poor little cunt ache like hell. Maybe a bit out-of-date and untidy. Not fully satisfying, not because of its size, but for its roughness.
But it was ok. I could handle that. I could handle everything.
What I found greatly impossible to cope with, was your balls size. Everything about your body was from bearable to excellent, but when you got into my pants, this little fact couldn't stop pounding in my head: I was fucking an insanely small-balled guy.
Your testicles were as big as a pair of Tic-Tacs. Baby size.
But I had to refrain myself from staring at them too much, or feigning I was actually looking at your moderate penis size. I had to pretend that my attention wasn't drawn to those insignificant bells hanging between your already toothpick-thin legs.
What an ironical surprise it was, when I found out your balls were a representation of your actual courage. You literally and metaphorically had hardly any balls. Hardly any guts. You were chicken shit while standing in front of me. You would deviate your look, far away from my eyes, and escape the tension moment so gallantly by using a lie.
But life results both a teacher and a good joker. Whether I learned it or not is just a matter of time. But the joke it played on me was a very good one indeed: How ironical! Your outside balls were just a pure materialization of your inner ones. Probably your inner balls, your guts, were just as small as those you hung so proudly when we were in bed.
I'm sorry. I'm way too ballsy for you.

sábado, 14 de enero de 2012

Arrorró, mi niño

- Es desesperación con D mayúscula, ¿entendés?
- Uno quisiera.
- Vamos, hacé un esfuerzo. Quizás hoy es un mal día para hacerme entender.
- O esta es una mala vida para que te entendamos.

Se dio vuelta, y con una mirada nívea, llevando el color de luto, arrancó otro pedazo más de mi corazón.

viernes, 13 de enero de 2012

Lo que habita y lo que deshabita

Y mi mamá, mientras corta zanahorias con un cuchillo, insiste en que este es 'el 5to día de la 2da etapa de su vida'. Lo que se traduce en desempolvar, limpiar, sacar la basura, comprar muebles nuevos, tirar los viejos, refaccionar algunas cosas y arreglar ciertas resquebrajaduras. Todo esto pero dentro de su alma. Ahí te quiero ver, sin hacer mención a lo caras que son las decoraciones para la psique.
Será que tenemos que ser tan parecidas, que esta pretención de querer iniciar una segunda etapa de vida nos arremetió en la cara a ambas.
En estos momentos soy una rueda pensante, que revolución tras revolución cambia sus planes arquitectónicos para probar cosas nuevas. Tengo más ganas de ganarme la vida haciendo teatro, actuando en un escenario con zapatos ligeros para sentir que vuelvo a tener escarpines.
Entonces mi mamá me dice que tengo que decidirme, porque ya estoy por cumplir 19, y yo pienso que 19 es una edad demasiado pronta para alguien indeciso. Para el Che Guevara, bueno, vaya y pase. Pero para mí, los 19 representan un paso más en la indecisión. Sólo de una cosa estoy segura: No quiero terminar como cierta hermana mía, que se esforzó en un título de grado por las formas y el qué dirán de mis padres. No quiero construir algo que falla en los cimientos, que van mucho más allá del asombro de un diploma.
Y lo felicitamos, doctor, licenciada, licenciado. Tiene un hermoso papel con su nombre.

jueves, 5 de enero de 2012

Ojitos verdes

¿Qué? ¡No! No estoy llorando. 

Es que hay muchas basuritas en mis ojos, no vayas a pensar mal.

Sólo necesitaría un pañuelo, la alergia en los ojos me está matando.
(así como se mató él)

¿Que si fui al oculista? Sí, me dijo algo parecido a alergia al polvo. Los doctores recetan; quizá si curan tu hígado, curarán también tu alma.
(aunque, por más que lo intentaron, no pudieron curar el de ella) 

Me recetó unas gotas. Son para no tener alergia, quizá tenga que usar anteojos, porque hay cosas que se me escapan. Hay cosas que ya no veo, y a veces las extraño.
(de la misma forma en que nunca más lo veré a él, metros bajo tierra) 

A veces necesito forzar mucho la vista, y aun así, no lo veo. Ocasionalmente veo cosas que no son. Debe ser hipermetropía, porque me cuesta mucho ver a lo lejos.
(¿A dónde voy? ¿Qué estoy haciendo? ¿Por qué está sucediendo todo esto? ¿Qué quiero? ¿Qué pretendo? ¿Qué saco? ¿Qué devuelvo? ¿Qué me llevo? ¿Qué permito? ¿Qué niego? ¿Qué recelo? ¿Qué dono? ¿Qué cierro?)

Así que, ya sabés la respuesta. No te preocupes si me ves mirando a la nada, si tengo un poquito de lágrimas. Gotas para los ojos y un par de anteojos. No te preocupes, que yo estoy bien.
(¿Qué?)
  

domingo, 1 de enero de 2012

Cómo se siente la muerte?

La muerte, azul, violácea, gris pálida.
La muerte se siente como un chorro de agua gélida directo en la parte de atrás de tu cuello, corriendo con mucha urgencia por tu pescuezo. Se cuela en tu camisa, irrumpe en tus pantalones, llega a tus medias hasta empapar la suela de tus zapatos.
La muerte, como una lluvia que se desprende de una nube de adioses sobre tu cabeza. En ese mismo lugar donde te sentás, o donde comés, o donde estudiás, o te distraés.
La muerte, como un despertador sonando a las 5 de la mañana, interrumpiendo tu paz, recordándote que naciste con fecha de vencimiento.
La muerte, como la última actitud que vas a tener frente a alguien.
La muerte, como bestia cuyas garras se ciñen en tu ropa, con dientes afilados, y ojos amarillentos, famélicos de tu amores.
La muerte, como la traición más grave de tu mejor amigo, encarnado esta vez como "la vida".
La muerte, desconocedora de toda justicia, de toda humanidad, de toda conveniencia y clemencia.
La muerte no es prestamista. No podés negociar con ella un poco de más tiempo, aunque le ofrezcas tu integridad.
No sabemos si es que la muerte siempre nos anda rondando, o si se mantiene oculta en un rincón y sólo sale una vez de vez en cuando para hacer su golpe de gracia.
Pero con sus garras, sus ojos, sus incisivos, te ataca.