domingo, 2 de junio de 2013

New York whore

Estaba yo sentada en un bar, envuelta en modas y snobismos. Estaba yo ahí, siendo toda cliché, con un kindle - para así sumar mi hijaputez - en vez de libro y tomando té. Llovía y soñaba con Londres o con París. Buenos Aires a veces se parece a París, si te concentrás en un edificio y empezás a escuchar a Edith Piaf en el iPod de hecho podrías acomodarte a la Belle Epoque.
Pensaba en Woody Allen y en las ganas que tenía de bajonear Earl Grey en algún barcito de NYC con pianistas tocando Cole Porter. Ah, ahí cagué, no puedo imaginarme en Nueva York tan facilmente.
Entonces me imaginé yo, tocando el piano como Cole Porter por allá, por algún sucucho redundante y luego abrirme paso para llegar a Broadway. Y ser una Broadway babe. Una high-end Broadway chick.
O una West End whore, eso también estaría bien.

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