viernes, 29 de octubre de 2010

Encarando la angustia con risas y humor. Hoy: Una carta.

Vos, persona que agarró mi corazón y lo destruyó en 40 mil pedazos mediante patadas ninja y batazos de baseball en la arteria aorta:
Soy incapaz de desearle a alguien un mal superior. Me veo imposibilitada de desearte una desgracia que tenga consecuencias que arruinen tu salud psíquica, física o sexual. Me niego a desearte un mal a vos y/o a tus allegados que tenga un impacto negativo grave.
Siiiiin embargo, me invade una ira asesina, que no quiere dejar pasar esta situación sin que recibas una cucharada de tu propia medicina. Así que ideé una lista de estas pequeñas catástrofes que ojalá te pasen.
Sabiendo que quizá en el fondo sí quiero que recibas lo que merecés,
TE DESEO QUE:
*Cada vez que tengas un café en la mano, estornudes.
*Siempre que estés pancho en el sillón mirando TV, el control remoto se quede sin pilas.
*Cada vez que quieras esuchar un CD esté rayado, y sólo tengas los 20 hits de Luis Miguel remixados a tu disposición para escuchar.
*Siempre que venga una banda que te gusta mucho las entradas se agoten en la preventa.
*Siempre se te rompa el aire acondicionado en verano.
*En la heladería nunca tengan el gusto que quieras.
*Siempre te confundas los osbres de sal con los de azúcar y se los pongas al café.
*Los perros siempre caguen en tu vereda.
*Tu tostada siempre caiga del lado del dulce.
*Pierdas todos los bondis habidos y por haber.
*Siempre que pongas una botella de cerveza en el freezer, te la olvides y explote (lo siento cerveza, es por un bien superior)
*Siempre te manoseen la comida y encuentres pelos en ella.
*Cada vez que estés apurado te agarren todos los piquetes y semáforos.
*En ninguna elección el candidato que votes salga elegido.
*Siempre te confundas las reglas ortográficas y quedes mal.
*Cada vez que haya LA fiesta, a vos te agarre una fiebre no lo suficientemente fuerte para hacerte sufrir, pero lo suficientemente molesta para hacerte faltar.
*Nunca tengas filo en el sacapuntas cuando quieras sacarle punta a un lápiz.
*Siempre que vayas a hacer un tramite al banco se te caiga el sistema.
*La videocasetera no te ande cada vez que quieras grabar tus programas preferidos.
*En tu vereda cagada por perrpos, tu pie sea certero.
*Siempre que quieras rascarte tengas las manos ocupadas.
*Te reboten siempre en los boliches.
*Un sapo se hinche y explote en tu cara!!! (lo siento sapo, es por un bien superior)
*Todos tus vuelos, micros, barcos o trenes salgan siempre con más de dos horas de demora.
*Siempre que tengas un final oral te toque el profe con más cara de culo.
*Siempre que estés yendo a la noche, solo, en una tormenta, cuesta arriba en medio de la nada se te rompa el auto y tengas que bajar a empujar.
*El MSN siempre se te cuelgue en conversaciones importantes.
*En Starbucks siempre pongan mal tu nombre en el vasito.
*Siempre mezcles la ropa blanca con la de color.
*Siempre que conozas a alguien se haga un silencio incómodo.
*Siempre la erren con tu talle cuando te regalen calzado.
*Siempre que te toque lavar los platos rompas mínimo un vaso.
En fin.
Lo justo (porque no creo que el karma siempre se cumpla) es que te desee el bien en cantidades inversamente proporcionales a tu hijaputez.
Pero por las razones previamente mencionadas, me conformo con esta lista que viene de mi lado ligeramente morboso pero no por eso menos sádico.
Besos,
Maru

jueves, 28 de octubre de 2010

LA ÚLTIMA CANCIÓN QUE ESTOY DESPERDICIANDO EN VOS

The Last Song I'm Wasting On You

Un gris centellante,
son mis propias venas.
Algo más que un susurro,
cualquier movimiento repentino de mi corazón.
Y sé,
sé que tengo verlos morir.
Sólo pasar este día...

Dejá de actuar así,
podrías ser cualquier cosa.
O yo dejar de actuar así,
y perderme...
pero no hoy.
Esa es demasiada culpa que pagar.

Enfermo en el sol,
te atrevés a decirme que me amás...
pero me colgaste y gritaste que querías que muriera.
Amor, vos sabés,
vos sabés que yo nunca te lastimaría de esa forma.

Es que sos tan linda en tu dolor...

Si yo dejo de actuar así,
podría ser cualquier cosa...
Seguiré con la mía,
sin tu odio sin sentido... odio... odio...

Así que corré, corré, CORRÉ.
Y ODIAME si se siente bien,
ya no puedo escuchar tus gritos.

Me mentiste,
pero ahora soy más grande, Y NO TE VOY A CREER.
Demandando una respuesta,
no te molestes en echar la puerta abajo,
encontré la forma de salir.
Y NUNCA MÁS ME VAS A VOLVER A LASTIMAR.

martes, 26 de octubre de 2010

Color

Vos sos el centro de tu propio universo, pero por suerte ya no lo sos del mío.

No.


Ya no lo sos.

lunes, 25 de octubre de 2010

ALGUIEN TIENE UN BOZAL?

Y después de la entrada, pasaron al plato principal: Ellos mismos.
De a poco, casi sin que se dieran cuenta. Primero fueron sacándose las cáscaras cuidadosamente. Una a una fueron separando de forma meticulosa cada una de sus defensas, hasta que quedó la pulpa, y cuando llegaron, no se detuvieron.
La pulpa se abría de forma jugosa, se dilataba mientras se les hacía agua la boca. Era una guerra, donde la consigna no era comer o ser comido, sino comer por el simple hecho de hacerlo.
Entonces empezaron a despedazarse, con garras e incisivos, a destruirse. Progresivamente se dañaron, se pusieron a temperaturas de infierno para digerirse más. Cuando uno daba un mordisco, el otro no se quedaba atrás. Cuando uno hería, el otro respondía.
Entre engaños, un mordisco.
Entre ruidos, un mordisco.
Entre luces apagadas, un mordisco.
Y la pulpa de cada uno se fue consumiendo, mordisco a mordisco y zarpazo a zarpazo.
Y cuando una pulpa se separó, la otra siguió mordisqueando. Chap chap chap. Y tuvo que contestar, tuvo que seguir devorando. Devoró aunque primero quiso zafarse y terminar con todo.
Entre lágrimas y odios, entre egoísmo y narcisismo, entre manipulaciones. Así se iban mordiendo, así se iban desgarrando.
Y tanto se mordieron, que luego no pudieron dejarse. Que sus cuerpospulpa en cáscaras iban y venían, pero el temor no los separaba.
Y siguieron mordiéndose, mordiéndose, MORDIÉNDOSE.

Y no podrán librarse de su negrura, de su maldición, de sus mordiscos, nunca más... 

domingo, 24 de octubre de 2010

Get yourself a tiny bit of... of what, brother? =(


Yo puedo seguir caminando con mis dos piernas que antes se enredaban en las tuyas, comer con la misma boca con la que te besaba, atarme los cordones con los mismos dedos que antes dibujaban figuras en tu espalda.

Yo puedo usar todo lo que usaba con vos, cada elemento de mi cuerpo, cada partícula de mi ser.

Pero no puedo usar mi alma como a mis dedos, como a mi boca, como a mis piernas. Mi alma cansada.

Porque mi alma intenta suicidarse todas las mañanas y todas las noches, religiosamente. Como un ritual, mis piernas entran en el colchón, y mi alma se llena de cianuro.

Cae el sol, y mi alma quiere morir.

Sale el sol, y mi alma quiere morir.

No sé cuándo el dolor es peor, si por las noches o por las mañanas.

Sólo entiendo que a veces el corazón resulta ser estúpido y fácil de engañar.

Que está mal negociar cuando las monedas que circulan se respaldan en tu vida, en todo lo que te da la esperanza.

Porque así es cómo tu alma quiere morir cuando llega el amanecer.

jueves, 21 de octubre de 2010

Verbos

Llegar. Buscar. Jugar. Abrir. Amar. Caer. Dejar. Sufrir. Volver. Probar. Pagar. Seguir.

 

miércoles, 20 de octubre de 2010

Basado en hechos reales, tan reales que sucedieron hoy.

"Él se quería ir, pero yo no quería que se fuera.
Quería encontrar excusas, quería hablarle sobre el clima, sobre cómo ahora hace calor se mire por donde se mire, sobre mi entrada para Paul McCartney. Pero más importante, quería hablarle preguntarle sobre él, y quería hablarle sobre mí. Quería hacerle saber que mi mundo gira a ritmos un tanto irregulares, que cuando yo le pedí que no me hablara más no quería decir exactamente eso, que la hora maldita siempre resulta ser las 6 de la mañana cuando me toca empezar el día y abunda el pesar.
Sólo quería que se quedara.
Pero no se quedó.
Y ahí estaba yo... casi a mi suerte, por las calles de Buenos Aires. Fuera de mí, entrando a una sucia y miserable estación de subte. Me sentí abandonada, no sabía cuántas veces ya me había sentido así. Y ya ves, uno no se acostumbra. Parecería que las defensas del cuerpo pueden combatir al virus una vez que éste ya ha ingresado una vez, los soldados que llevamos adentro no compran segundas falacias. Pero la psique no.
La psique termina estando sola en un subte rumbo a Palermo.
Y pasaron las estaciones...
En la estación 9 de Julio, deambulé un poco por el vagón. Sabía a donde tenía que ir en el subte, pero no sabía a donde tenía que ir conmigo misma.
En la estación Tribunales, escuché que un hombre decía entre risas "Mirá la cara de asustada de esa mina".
En la estación Callao me senté en el piso y rompí a llorar, lloré con todas mis fuerzas.
Y siguieron pasando. Pasó Facultad de Medicina, Pueyrredón, Agüero, Bulnes. Tenía que bajarme en Bulnes, pero no así, no en el piso y llorando. Seguí de largo. Pasó Scalabrini Ortiz... Plaza Italia... Palermo... Ministro Carranza... Olleros... José Hernández... Juramento... Congreso de Tucumán.
El vagón quedó vacío, y yo desamparada. Sola físicamente y sola en mi psique, sola en mi corazón. Como si la postal no fuera lo suficientemente encantadora, entró gente hablando por celulares, cuchicheando entre ellos, vendedores ambulantes y señores en traje y corbata. Y empezó de vuelta, pero para el otro lado. Congreso de Tucumán... Juramento... José Hernández... Olleros... Ministro Carranza... Palermo... Plaza Italia... Scalabrini Ortiz... Y Bulnes.
Me bajé.
Caminé un poco por las calles de mi Buenos Aires querido, que tantas veces amé y hoy era el laberinto de mi perdición.
Entré al restorán para pedir una hamburguesa. Por lo menos quería tener el estómago lleno.
Pero no podía parar de llorar. Lloraba porque no me quería, lloraba porque yo había sido buena, lloraba porque yo lo quería más que a nadie ni nada en el universo. Lloraba desamparada y lo mismo desesperada. El hombre, Mario, me ofreció tomar un trago que yo eligiera.
El mojito fue cortesía de la casa.
Y el siguiente, también. Y el que le siguió, también.
Y así salí, caminando, borracha. Yo nunca había bebido más de la cuenta, en 17 años nunca había perdido el control de la situación. De hecho, mi lengua no hace mucho se acostumbró al gusto del alcohol. Pero ahí estaba yo, sola, triste, desamparada, sin rumbo, borracha. Ahí estaba yo, cantando a puro pulmón, llorando con todo mi corazón.
Había sido sincera, había sido buena, había entregado todo lo que podía entregar. Y lo que no podía, cambiaba mis capacidades para poder entregarlo. Había sido buena. Tan buena había sido que terminé caminando casi sin poder pararme, tambaleandome, cantando una canción de los Hermans Hermits que dice "No milk today, my love is gone away".
Y sin amor, sin alegría, incluso sin dignidad. Sin. Si hubiera una palabra que me definiera con certeza, esa sería "sin". 
Por eso, señora, yo sé que lo único que querías de mí era una moneda, quizá algo para comer, sentada en la calle como estás. Pero no pude resistirme, y te cambié algo de mi plata por un poquito de tu compañía, y algo más de tu tiempo."

domingo, 17 de octubre de 2010

Let 'em in!

Me resistía a hacerme un blog.

Pero cedí ante la presión de escribir, tener la necesidad monumental de mostrarle a la gente todo lo que intento plasmar en un papel, o lo que pasa por mi capocha. Que en su mayoría son boludeces, pero tengo ese noséqué que me pega en la cara si no escribo y no muestro mis palabras.
Fotolog no está.
Las notas en facebook son un quemo.
Así que me decidí a usar esto, que en realidad es bastante al pedo porque la mayoría de la gente que quiero que lea y/o comente no tiene blog, pero C'est la vie. 

Así que oficialmente les doy la bienvenida a otra de mis locas y súper fracasadas páginas!

:D