LA INTERPELACIÓN
"Aquí estás, Marina,
la cena está servida.
Ya dan las diez,
es hora de que te sientes
con tu macizo cuerpo
sobresaliente
en esta sillita de juego de té.
Marina Marina,
durá un rato.
Aquí, con nosotros,
que somos como vos.
No estás para deglutir
para llorar sobre el plato de sopa:
estás para este manjar
compartido a la mitad.
Estás para que luego salgamos todos
todos juntos a marchar.
Ay, Marina,
las bebidas fluyen
también fluye el reloj,
Marina ¿qué esperás?
También fluye el humo.
Hoy muchas cosas ya están fluyendo,
y vos ahí estás, Marina,
llorándolas.
Sentate a la mesa.
Durá con nosotros,
deglutí, comé, durá, acá, marchá,
acá, no allá, acá,
quedate
acá."
Me dicen.
Aturdiendo y rebalsando,
me dicen...
Mientras yo, afuera,
estoy mirando,
y sigo mirando.
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