TRAVESÍA
Le di la espalda a mi madre.
Me lancé a la metamorfosis
siguiendo el rastro de migajas:
del olor a vainilla horneándose
hacia aquello que todavía no existía.
Me envolví en estandartes
de mi propia nación.
Icé mis banderas,
levé mis anclas
con el viento hinchando las velas
-y mi pecho-.
Mi marca de crecimiento
cada vez más alta en la pared de mi casa.
Me até los cordones de mis zapatos,
que cada vez estaban más ajustados.
Y los pantalones largos,
cada vez más cerca de las rodillas.
Tras los días surgió
una otra yo.
Así que me aventuré hacia lo incierto,
Mi marca de crecimiento
cada vez más alta en la pared de mi casa.
Me até los cordones de mis zapatos,
que cada vez estaban más ajustados.
Y los pantalones largos,
cada vez más cerca de las rodillas.
Tras los días surgió
una otra yo.
Así que me aventuré hacia lo incierto,
me fui a la canasta por llenar.
Y le di la espalda a mi madre.14/08/2014
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